HOY CONOCEMOS MÁS A… JOSE TODO

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Ya llevamos unas cuantas entrevistas y todas ellas han tenido su encanto y su particular interés. Vamos a seguir conociendo más en profundidad a otro de nuestros socios. Es una persona con muchos años de antigüedad en la Penya Ciclista y seguro que no os va a defraudar. Estamos hablando de Don José Todo Pons.

FICHA PERSONAL

Nombre: Jose Todo Pons.

Edad: 55 años.

Profesión: Técnico de operaciones.

Familia: Leticia (esposa), Álvaro y Marta (hijos) y Andrea y Natalia (hijastras).

-Cuéntanos un poco como es una semana normal de tu vida y como te organizas para entrenar.

Trabajo como técnico de operaciones en una planta petroquímica ubicada en el puerto de Valencia y estoy sujeto a un sistema de turnos un tanto peculiar que me permite tener días libres entre semana pero también trabajo algunos fines de semana. En función de ello varía mi frecuencia de entrenamientos, algunas semanas salgo 3 incluso 4 días y otras apenas un día. Echo de menos esa regularidad a la hora de entrenar pero tampoco me quejo, disfruto el momento cada vez que salgo.

-¿Cómo y cuando te iniciaste en el mundo del ciclismo?

Creo que te podría contar el momento exacto en el que el “veneno” del ciclismo fue inoculado en mis venas. Corría el año 1983, no tenía ni 15 años, y en la Vuelta a España, que entonces se disputaba en abril, tuvo lugar una etapa mítica e histórica: la etapa de Serranillos. Un jovencísimo Julián Gorospe era desbancado de la general por la hazaña de un Caníbal de nombre Bernard y apellido Hinault. Una fuga memorable junto al bueno de Marino Lejarreta y el pequeño Vicente Belda. Creo que era el primer año que hacían ciclismo por la tele y literalmente me quedé prendado de cómo se las gastan los ciclistas profesionales. A continuación comencé a comprarme el semanario El Ciclista, que con los años se llamó Meta 2Mil. Todavía conservo un buen puñado de ejemplares de aquella época. Al año siguiente, veraneando en Turís con mis padres y mi hermana me compraron mi primera bicicleta de carreras.

-¿Desde cuándo eres socio de la Penya Ciclista Quart de Poblet?

Fue en el año 1985 cuando a través de un amigo me apunté a la Peña. Llevaba apenas un año saliendo en bici solo.

-¿Qué recuerdas de tus inicios en la PC Quart?

Recuerdo sobre todo a gente que ya no está. Socios como Ramón Tomas (el abuelo), Pepe Company, Vicente Vidal, Pepet, Pepe Ciurana, Abellán padre. Todas esas personas que fueron pilar importante en el desarrollo de la Peña en esos años y que nos acogieron con los brazos abiertos a todos los jóvenes que nos fuimos sumando, que fuimos unos cuantos. Y, cómo no, recuerdo con cariño esas cenas de los jueves en el bar Juventud con el bocata de sobaquillo… Alrededor de esas mesas se han gestado muchos piques, retos, machadas y esos primeros viajes de varios días en junio.

-Y ese accidente que tuviste nada más comenzar en la Penya… ¿Qué paso? ¿Cómo lo recuerdas?

Pues lo recuerdo como una irresponsabilidad por mi parte. Era mi primer año en la Peña, tenía 16 años, y en una excursión a Gestalgar, en el almuerzo, me vine arriba y quizá bebí un poco más de vino del que tocaba. Me sentó “un poco” mal y a la vuelta hice el afilador con un compañero en la nacional 3 (entonces no era ni autovía). Tuve heridas y cortes importantes en la cara y pérdida de consciencia. Pero ahí estaba el bueno de Pepe Company, entre otros, para parar un coche y llevarme al hospital. Lo peor fue el susto de muerte que le dieron a mi madre cuando fueron a casa a decírselo, que la pobre mujer me dijo que se acabó la bici para mí. A las dos semanas ya montaba de nuevo en bicicleta. Ahí me quedaron esas heridas de guerra que llevo junto al ojo, mejilla y cuello.

Cuéntanos un poco cuál es tu curriculum deportivo que seguro que será extenso…

No te creas. Nunca me dio por competir en categorías de base. Y a nivel de marchas cicloturistas sí que participé algunos años en la marcha de Requena y años después en la 7 Picos. También recuerdo con nostalgia haber participado en la Volta Cicloturista al Cor de Cataluña 3 años (el primero yo solo y los otros dos junto a Ximo). Era una vuelta de 6 días que salía de Manresa y recorría distintas comarcas catalanas, muy bien organizada y en la que conocimos gente muy maja tanto Ximo como yo. Y sin olvidarme por supuesto, de todos nuestros viajes a Pirineos, Alpes, Dolomitas, Asturias, Andorra…

-¿Recuerdas cuál fue tu primera bicicleta?

Como he dicho antes, en el verano del 84 mis padres me compraron una Orbea, modelo Cabestany, en honor a Peio Ruiz Cabestany, que acabó siendo uno de los mejores ciclistas españoles. Yo no tenía ni idea de tallas, y esa era muy pequeña para mí, sin contar los platos de 52×42 y solo 6 corona atrás. Otra época, sin duda…

-Cuéntanos todas las bicicletas que has tenido…

Después de esa, me compré una BH, que la tuve unos 5 años, después una Nortel.le, que le compré el cuadro a un socio que competía y llegó a correr dos años en profesionales: Jose Miguel “Choco” Monzó. Luego tuve una Kuips, réplica del equipo Jazztel Costa de Almería. Luego vino la Pinarello Paris (ya full carbon) que la aguanté 16 años. Y en 2022 me compré la Cannondale Supersix evo. La “mala suerte” hizo que tuviera un accidente el año pasado con un coche. La bici quedó perjudicada, por lo que fui indemnizado por daños materiales y también por lesiones, aunque leves. Como no tenía claro si iba a repararla me compré una Enve Melee. Finalmente la reparé, por lo que ahora disfruto de dos buenas bicis.

-¿Qué bicicletas tienes en la actualidad? ¿Qué nos cuentas de ellas? ¿Cómo van?

Con la que más salgo en carretera es con la Enve, estoy encantadísimo con ella. A la Cannondale le puse unas cubiertas de gravel y la disfruto de otro modo.

-Y esa afición por el gravel, ¿cómo ha surgido? ¿Qué tal tu experiencia? Cuéntanos.

Una vez leí un artículo sobre el gravel y alguien lo definió como el ciclismo “sin prisas”. Y me parece muy adecuado. Está claro que hay competiciones de gravel, pero el concepto es muy distinto. El hecho de meterme por caminos más o menos fáciles, disfrutar de los campos, de la naturaleza, perderte… Ayuda a desconectar lo suyo. Aunque lo mío siempre ha sido, es y será el ciclismo de carretera.

-¿Cómo te definirías como ciclista? ¿Con qué ciclista crees que se te podía comparar?

Nunca he tenido un gran motor para la escalada, por lo que creo que me desenvuelvo mejor como rodador. Aunque mi amigo Ximo dice que me parezco a Mikel Landa, pero más por el estilo encima de la bici que por su facultad como escalador. Y creo que tiene razón. Aunque David Abellán me bautizó en su día como Ullrich, que tampoco me desagrada.

-¿Has tenido alguna lesión importante como ciclista? ¿Y algún otro accidente serio?

Gracias a dios no. Aparte de los dos que he citado. Caídas muchas, eso si. Pero siempre chapa y pintura.

-Haznos un balance, en tu opinión, de la evolución de la Penya desde tus inicios hasta ahora…

Considero que ha sido una evolución positiva. Las distintas directivas se han ido superando y haciendo las cosas de un modo más profesional, introduciendo actividades nuevas y motivando al socio de base para participar en ellas. Por ejemplo, el tema de la página web que tiene actualmente la Peña tiene mucho importancia ya que es una forma de proyectar al exterior todo lo que hacemos y de una manera muy amena (y no es peloteo).

Aunque ya desde el principio se puso el listón bien alto. Creo que hay dos momentos icónicos en la historia de la Peña…

Por un lado, la celebración gracias al empuje y organización de Ismael Fita, del Trofeo Villa Quart de Poblet Carrera de profesionales en 1986 en la que tuvimos una participación importante, con Bernard Hinault, Sean Kelly, Eddy Planckaert, Perico Delgado, etc. Un gran logro de la entidad.

Y el otro momento clave fue el hermanamiento de Quart de Poblet con Champs-sur-Marné (próximo a París) en 1992. Algunos ciclistas de allí, tuvieron los santos “huevos” de cubrir en bici el trayecto entre ambas poblaciones y nosotros les acompañamos en la última etapa, que era Vinaroz-Quart. Luego hubieron diversos actos de recibimiento, cena, excursiones… Lo recuerdo como algo importante en la historia de la Peña.

-¿Cambiarías alguna cosa de la Penya para mejorarla? ¿Alguna idea nueva?

Cambiar no cambiaría nada. Pero sí me gustaría que nuestra entidad tuviera de nuevo un equipo que compitiera en categorías de base, que ya lo tuvimos. Pero claro, para eso hacen falta dos figuras muy importantes, que son el patrocinador que quiera invertir en lanzar un equipo, y el director deportivo que se ocupe de los chavales. Como entidad deportiva federada debemos apoyar y promocionar el ciclismo de competición en todas sus vertientes.

-Y tu época como secretario, ¿cómo la recuerdas? ¿Cuáles eran las funciones que hacías con más gusto y cuáles eran las que te costaba más?

Estuve los cuatro años de una legislatura con Juan Cámara como presidente, que actualmente es presidente de honor. En esos años la Guardia Civil de Tráfico ponía menos problemas a la hora de autorizar las carreras en carretera y poder atravesar carreteras y poblaciones. Me encargaba de ir pueblo por pueblo a tramitar los permisos con la policía local, en federación, árbitros, etc. El día antes de la carrera nos íbamos Pepet y yo y alguno más con nuestro bote de pintura y la brocha a pintar los pasos de montaña y metas volantes. Nos lo pasábamos pipa y luego nos íbamos al bar Juventud a hacernos la “picaeta”. Eso forjó una relación de amistad, respeto y aprecio entre Pepet y yo que se mantuvo hasta que nos dejó recientemente el bueno de Pepet. En la directiva hacíamos las cosas lo mejor que podíamos, todo era más arcaico. Pero sobre todo disfrutábamos mucho…

-Cuéntanos un poco cuál es tu labor en la Junta Directiva que preside ahora Ximo Martínez…

Actualmente estoy como vocal y un poco al servicio de la directiva haciendo lo que se me encomiende. El trabajo y mi vida familiar tampoco me dejan mucho margen de maniobra.

-Hablando de Ximo, cuéntanos un poco cómo es vuestra relación…

¡¡Qué te voy a contar de Ximo!! Pues que es como un hermano para mí. Nos conocemos hace 39 años. Desde el principio nos llevamos bien, pero a raíz de cortar yo mi relación con la que era mi novia en el año 2000, él me dio su apoyo y me abrió su círculo de amistades. Eso estrechó todavía más nuestra relación. Lo conozco todo o casi todo de él y al revés.

-¿Con qué socios tienes más relación de entre todos los compañeros de la Penya? ¿Qué amistades se han ido forjando a lo largo de los años gracias a la Penya?

He hablado de Ximo, pero no me quiero olvidar de Miguel Sáez. Para mí son mis dos mejores amigos, y creo que es algo recíproco entre los tres. Pero tengo también una muy buena relación con Juan Antonio Manzano, Paquito Lucky, David Martínez, César Palomares, Tomás Lozano, Juan Carlos de la Guía, Vicent Valldecabres, mi primo Martín. Y seguro que me dejo a alguno.

-¿Qué ciclistas te han gustado más de los compañeros que has tenido en la Penya?

Pues me quiero acordar de nuevo de los que ya no están. La mejor forma de perpetuarlos es acordándonos de vez en cuando de ellos. Pepe Company, Vicente Vidal, Pepet, Abellán padre, Diego Martínez, y los que no me vienen ahora a la cabeza. Todos tenían cualidades de compañerismo, solidaridad, disciplina. En parte gracias a ellos, la Peña es lo que es a fecha de hoy.

-¿Cuántos kilómetros haces en tus mejores años?

Mis mejores años ya pasaron (jeje). Recuerdo que hacía entre 10.000 y 12.000 kms al año. Hoy por hoy, si hago 7.000-8.000 kms ya me doy con un canto en los dientes.

-Cuéntanos cuál ha sido la mejor marcha cicloturista que en la que has participado y otra marcha de la que estés muy orgulloso del tiempo que hiciste…

Más que marcha cicloturista destaco la Volta Cicloturista al Cor de Cataluña. Los dos años que fui con Ximo conocimos la comarca del Berguedá y al año siguiente estuvimos en Lourdes y recorrimos gran parte de los Pirineos de esa zona. Es muy gratificante participar en un evento donde confluye gente de otras comunidades, incluso de otros paises. Conoces gente que vale mucho la pena.

-¿Cuál ha sido tu mayor gesta subido a la bicicleta?

Pues los primeros años que hicimos Quart-Ademuz-Quart en el día. Hoy lo vemos como algo normal porque nos hemos vuelto locos, pero entonces era un reto muy gordo que ninguno habíamos hecho. Y también recuerdo con satisfacción el año que fuimos a Dolomitas. Eran 4 días muy duros de bici y no estaba lo entrenado que debería haber estado. Aun así, completé todas las etapas enteritas. Por cierto, que gané una comida por una apuesta si completaba todas las etapas. Todavía estoy esperando esa comida. Ahí lo dejo.

Canon Inc

-¿Cuál ha sido la satisfacción más grande que te ha dado la bicicleta?

Sin lugar a dudas los amigos. Pero también las carreteras, pueblos y experiencias vividas.

-¿Cuál es el puerto más duro que has subido en bicicleta?

Aquí tampoco dudo, el Angliru. Con diferencia el más duro. Mira que he subido puertos importantes y duros en Pirineos, Alpes, Dolomitas, Andorra. Pero en ninguno me he retorcido como en el Angliru.

-¿Qué recuerdos tienes de los viajes a Pirineos, Asturias. Alpes, etc. de la PC Quart?

Recuerdo la ilusión de los primeros años, no solo del viaje, también de todos los preparativos previos. Y una vez en el sitio, la facilidad de desconectar del día a día y centrarnos en nosotros mismos, en pasarlo bien, en el cachondeo. Estábamos con quien queríamos estar y eso ya era suficiente.

-Cuéntanos un poco como recuerdas aquella bajada en el Aspin lloviendo a mares…

Esto seguro que es cosa de Ximo (jeje). Nos gusta hacer descensos largos juntos cuando podemos. Ese año tocaba bajar el Aspin y hacía frío, niebla y suelo mojado por la lluvia. Y allá que nos lanzamos para abajo. Recordamos mucho esa bajada. Pero también otras, como la bajada del Hautacam en la Volta Cicloturista del Cor de Cataluña.

-A la gente que le gusta el ciclismo, ¿por qué motivos deberían apuntarse a la Penya Ciclista de Quart de Poblet?

Les diría los motivos por los que NO deberían apuntarse (jajaja). Fuera de bromas, creo que no me equivoco si digo que hoy por hoy nuestra peña es de las más numerosas de nuestra provincia. Eso hace que haya niveles y grupos para todos los gustos y necesidades. Por lo que nunca se quedarán solos y además, hay un ambiente buenísimo en cuanto a solidaridad y buen rollo. Y a eso también han contribuido muchos de los que se han ido sumando a esta gran familia en los últimos años.

-Eres uno de los socios de la Penya con más conocimientos del mundo del ciclismo. Es sorprendente ver tus comentarios y es un gusto oirte hablar de ciclismo. Si tuvieras que montar un podium de los que más saben de ciclismo de la Penya, a quién pondrías en el segundo lugar y en el tercero:

Bueno, gracias por el elogio y por ponerme el primero en el podio. Para mí los otros dos en cuanto a conocimientos serían Ximo y mi primo Martín, que hace poco se ha vuelto a apuntar a la Peña. Él también vivió esa época ochentera y noventera de la Peña. Recuerdo un año que nos fuimos los tres a ver una etapa pirenaica de Tour. Nos llevamos tienda de campaña para hacer noche en el Tourmalet. Y nos tiramos toda la tarde y noche haciéndonos preguntas de ciclismo de todo tipo. Lo más fuerte es que no fallamos ni una. Por cierto, casualmente coincidimos allí con Miguel y su suegro, que habían ido a ver la misma etapa. Otro viaje para recordar, aunque este sin bici.

Y para acabar la entrevista con Jose Todo vamos a por la sección de “los mejores…”.

Le hemos pedido a Jose que sin pensar mucho y valorando a toda la grupetta actual de la PC Quart, nos diga un nombre para cada adjetivo:

EL MÁS GENEROSO ES: TOMAS LOZANO

EL MÁS COMPETIVO ES: RAMONCHU

EL MÁS FUERTE ES: VICTOR GLOBERO

EL MEJOR ESCALADOR ES: NOFRE

EL MEJOR LLANEADOR ES: JOSE ABELLAN

EL MÁS RÁPIDO BAJANDO ES: JULIAN

EL MÁS ASTUTO ES: DAVID MARTINEZ

EL MÁS CABRONCETE ES: TODOS (SIN EXCEPCIÓN)

GRACIAS JOSE POR DEJARNOS CONOCERTE UN POCO MÁS, POR RECORDAR TANTOS AÑOS DE HISTORIA DE LA PENYA Y SOBRE TODO POR SER COMO ERES.

UN HONOR PARA LA PC QUART TENERTE ENTRE SUS SOCIOS.